La Delegación Diocesana de Religiosidad Popular, Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Toledo presenta su nuevo logotipo. Se trata de una imagen profundamente simbólica que representa la identidad, diversidad y unidad de las hermandades y cofradías de la Archidiócesis. Su diseño, basado en un círculo dividido en cuatro partes, encuentra en el centro una cruz blanca en negativo, que no solo evoca el fundamento de nuestra fe cristiana, sino que también actúa como elemento de unión entre todas las realidades devocionales que conforman la Delegación.
Cada uno de los cuatro cuarteles representa una de las grandes familias de hermandades, diferenciadas por su color y símbolo:
– Arriba a la izquierda – Dorado – Monograma JHS: Representa las cofradías eucarísticas, que rinden especial culto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía. El color dorado alude a la realeza de Cristo y la grandeza del sacramento.
– Arriba a la derecha – Rojo – Llama del Espíritu Santo: Simboliza las hermandades de santos y santas, reflejando la acción santificadora del Espíritu Santo y la inspiración de los modelos de santidad. El rojo, color del fuego y del martirio, resalta el testimonio de fe de aquellos que han entregado su vida a Dios.
– Abajo a la izquierda – Azul – Monograma de María: Simboliza las hermandades marianas, aquellas que honran a la Virgen María bajo sus múltiples advocaciones. El azul, color tradicionalmente asociado a la Madre de Dios, refleja su pureza y protección maternal sobre la Iglesia.
– Abajo a la derecha – Morado – Cruz de espinas: Representa a las hermandades penitenciales, aquellas que conmemoran la Pasión de Cristo. El morado, tradicional color de la penitencia y la conversión, subraya el espíritu de sacrificio y entrega propio de estas hermandades.
La cruz blanca central, nacida del espacio vacío entre los cuarteles, actúa como eje de unión, recordando que, pese a la diversidad de carismas y devociones, todas las hermandades tienen su fundamento en Cristo y en su redención.
Además, en los extremos de la cruz, pequeñas uniones enlazan los cuarteles, reflejando el vínculo de fraternidad y comunión que la Delegación promueve entre todas las hermandades de la Archidiócesis, consolidando así un cuerpo unido en la fe y en el servicio a la Iglesia.
Este logotipo está concebido para ser un elemento visual moderno y adaptativo, pensado no solo para ser utilizado en formato físico, sino también en redes sociales, sitios web y otros medios digitales. Su diseño flexible y contemporáneo asegura que mantenga su legibilidad y simbolismo en diferentes tamaños y plataformas, lo que lo convierte en una herramienta eficaz para representar la unidad y la misión de la Delegación en la era digital.
En resumen, este logotipo no solo es una imagen visual, sino una expresión de la misión de la Delegación: ser un puente de comunión, una casa común para todas las hermandades y cofradías de Toledo, unidas en Cristo, en la Eucaristía, en la Santidad, en la Pasión y en el Amor a María.